





























Es difícil conciliar los tiempos. Tengo que gestualizar, bailar y cantar mientras trabajo para entretener a Ezequiel. Esto vuelve el proceso divertido pero voluble y cansado; sin embargo, me ayuda a aprender de la paciencia.
Ya se le agotó el filo a la navaja giratoria de tanto uso el mes anterior. La nueva no llega hasta el mes que viene. Por lo tanto, este mes se trató de puntos y círculos, gracias a la nueva perforadora de círculos que compré en USA. Pensé que no saldrían cosas interesantes, pero lo que ha surgido me ha sorprendido.
Y aunque no lo parezca, pegar tantos círculos toma mucho tiempo. No puedo evitar pensar o inspirarme en artistas como Yayoi Kusama y Damien Hirst. Las influencias de Kusama, con sus obsesivos puntos y patrones repetitivos, y Hirst, con sus icónicas obras de puntos, han resonado en mi proceso creativo este mes. La precisión y repetición requeridas para estos collages me han hecho apreciar aún más su trabajo y su capacidad para transformar elementos simples en obras de arte poderosas.
Explorar la simplicidad de los círculos y puntos ha sido una experiencia reveladora. Me di cuenta de que, a veces, lo más sencillo puede resultar en las composiciones más impactantes. A pesar de los desafíos, siento que este enfoque ha enriquecido mi práctica artística, llevándome a nuevas alturas de creatividad y paciencia.












